La vida y el fútbol son cosas muy complicadas de explicar en tan solo unas palabras. Dos cosas que en papel se ven tan opuestas, pero que en la realidad son tan similares, se han unido en mi cabeza y hay una persona responsable de que este deporte sea una de mis mayores pasiones, ese alguien es mi papá, a quien en este momento tengo a miles de kilómetros de distancia, pero que cada que veo al América, que ahora ha hecho historia al ser tricampeón, es como si estuviera de nuevo a mi lado.
Papá, hace exactamente un año y 27 días fue el momento en el que tuvimos que decir ‘hasta luego‘. En esa despedida en el aeropuerto con destino a España, donde no puedo negar que uno de mis pensamientos era que una de las cosas que más extrañaría estando lejos sería el ver partidos de fútbol, sobre todo del América. Sin embargo, en ese momento me diste ánimos para poder iniciar algo. Un sueño en el que tanto tú como mi mamá, han sido los que más me han apoyado.
Ahora que estamos tan lejos, es curioso como la vida ha hecho que celebremos a la distancia, yo con tres horas de sueño en la madrugada y tu diciendo que intente dormir después de todas las emociones. Durante este tiempo hemos vivido tres campeonatos del América seguidos, el primer tricampeón en torneos cortos. Después de cinco años de puros corajes, puedo presumir que he visto historia y al primero al que llamo para hablarlo, es a ti.
Es por ti papá, que he podido disfrutar de parte de la historia del América
Gracias pa por mostrarme lo bonito que es el fútbol y por insistirme desde chiquito que me aprenda los nombres de los jugadores del América. Gracias por esas noches en las que eras mi único consuelo cuando las Águilas caían eliminadas una tras otra en liguilla. También te debo agradecer por ser quien más entiende mis sentimientos cuando me he enojado, llorado y sonreído por ver a este equipo.
Papá, tu me hablaste de Carlos Reinoso. Aquel extranjero chileno que llegó para marcar un antes y un después. Ahora, yo podré hablar de Álvaro Fidalgo, un asturiano quien fue parte de críticas hasta que decidió callar todo con títulos. Me constaste de Zelada y yo contaré de Malagón. Me hablaste de como le tiraban a Zague y sin embargo anotó tantos goles que parece imposible que alguien lo alcance. En mi caso, será Henry Martín, un delantero que hace años estuvo a punto de irse al máximo rival por el bajo rendimiento, pero se convirtió en el capitán de este equipo histórico.
Si estoy hasta donde he llegado en mi corta edad es por ti, he vivido cosas inimaginables, pero nunca olvido que eres uno de mis mayores motivos por los que doy todo y trato de conseguir la excelencia, porque todo lo que no sea el objetivo principal, será poco, así como cuando el América no levanta títulos. Es muy complicado estar lejos de ti y más cuando recuerdo esas horas sentados viendo deportes, los debates, las pláticas, esos bellos momentos que me hace amar lo que hago hoy en día. Gracias papá, gracias ‘América Tricampeón‘.
Gracias mamá, tampoco me olvido de ti
A alguien también le tengo que agradecer y es a ti ma, por dejarnos todas las semanas posibles ver los partidos. Gracias porque aunque a veces hasta te ríes de nosotros de tan enojados que estamos, nunca nos has dicho un pero para ver el fútbol. Obviamente tengo muchas cosas más de las que reconocerte, sin embargo, sabes que contigo no es difícil decirlo, me entenderás cuando diga que no es tan fácil decirle todo lo que he escrito a mi papá.
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